Historia
La Medalla Milagrosa, también conocida como Medalla de Nuestra Señora de Gracia o Medalla de la Inmaculada Concepción, es un emblema sagrado de la tradición católica. Fue confeccionada a raíz de las apariciones marianas ocurridas en 1830 a Santa Catalina Labouré, novicia del convento de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl en París, rue du Bac.
Según Sor Labouré, la medalla fue acuñada en respuesta a la petición de Nuestra Señora durante su segunda aparición, el 27 de noviembre de 1830. La Virgen María indicó que la medalla sería un signo de amor, una promesa de protección y una fuente de gracias. La medalla fue bendecida por los Papas Gregorio XVI y Pío IX, que la utilizaron y apoyaron. La «Capilla de las Apariciones» de la rue du Bac se ha convertido desde entonces en un importante lugar de peregrinación, abierto a fieles de todo el mundo. Durante la epidemia de cólera de 1832, las Hijas de la Caridad distribuyeron la medalla en la región parisina, y numerosas curaciones inexplicables se atribuyeron a su intercesión. Ya en febrero de 1834, la medalla fue calificada popularmente de «milagrosa».
Análisis de los símbolos de la medalla
La medalla tiene forma ovalada y es rica en simbolismo. En las conclusiones de la encuesta canónica del 13 de julio de 1836, se lee que la medalla tiene su origen en una visión relatada fielmente por la hermana Labouré.
La serpiente: María está representada en el acto de aplastar la cabeza de la serpiente, imagen predicha en la Biblia (Gn 3,15), símbolo de la victoria del bien sobre el mal.
Los rayos de luz: representan las gracias que María distribuye a los fieles. La Iglesia los define como el signo de su divina misericordia.
La jaculatoria: La medalla está enmarcada por la invocación «Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti».
Las 12 estrellas: Simbolizan las 12 tribus de Israel y los 12 apóstoles. La Virgen María también recibe el nombre de Estrella del Mar.
El corazón coronado de espinas: representa el Sagrado Corazón de Jesús, símbolo del infinito amor y sacrificio de Cristo.
El corazón atravesado por una espada: es el corazón inmaculado de María, inseparable del de Jesús, como profetizó Simeón (Lc 2,33-35).
La «M» y la cruz: la letra «M» sostiene un travesaño que sostiene la cruz, indicando el estrecho vínculo entre María y Jesús en la historia de la salvación.
El monograma de Jesús: La «I» de Jesús cruzada por la «M» de María representa a Jesús Salvador y a María Corredentora.
María es representada como la mujer vestida de sol (Ap 12,1), expresión de la trascendencia de Dios. Lleva sobrepelliz, manto y velo, lo que sugiere un atuendo sacerdotal y consagrado.
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